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viernes, 2 de noviembre de 2012

Mi primer encuentro con Walt Whitman



La primera vez que escuché el nombre de Walt Whitman fue en el verano de 1969…tengo muy clara la fecha porque “mi encuentro” con él me marcó…
En aquellos tiempos solíamos reunirnos en la  casa de algún amigo a escuchar música en LP…Si!, aquellos discos de vinilo que ya  son reliquias del pasado.
Éramos un  grupo de unos 20 adolescentes que nos conocíamos de años, algunos vivíamos aquí y otros venían los fines de semana y en los veranos de Montevideo….pero siempre se daba que entraba al grupo algún argentino que venía a veranear a estas playas….y fue precisamente un argentino llamado Emilio que trajo un LP con poesías recitadas de Walt Whitman…cuando escuché la voz grave recitándolas, quedé extasiada….pero no duró mucho ya que la mayoría prefería escuchar a Los Beatles, y entre gritos y risas Sargent Pepper , fue lo que sonó con fuerza…. Pero Emilio me prestó el LP para que lo escuchara sola, y así lo hice y lo puse tantas veces que me aprendí de memoria  Me celebro y me canto a mí mismo.
y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también…..”
Pasaron dos años hasta que buscando un libro de estudio en una librería de segunda mano en Montevideo, en un rincón, en una pila de “ofertas” estaba un libro de hojas gruesas amarillas y medio manchado “Canto a mi mismo” de Walt Whitman….no abundaba el dinero en mi casa y el que llevaba apenas me alcanzaba para el libro de historia que habían pedido en la Preparatoria….tuve que esperar un tiempo a poder reunir el dinero con que comprar ese libro de segunda mano que era una extra .
Hace unos seis años, sabiendo lo que significa para mi Walt Whitman, me regalaron una edición de lujo con hojas suavecitas, en el lado izquierdo en inglés, y en el derecho en español…

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De "Canto a mí mismo" (Walt Whitman – poeta estadounidense – 1819 – 1892)

1. Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza
desenfrenada.

4 comentarios:

  1. Precioso Eliza me encantó. Besotes Marta

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  2. muy bello y con mucho fondo, menos mal que en estos malos momentos te da por recordar estas cosas tan bellas

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    1. Es verdad, hay momentos que uno recuerda el pasado...gracias Salvador

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