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lunes, 1 de febrero de 2016

El Gran Bazar de Estambul


El Gran Bazar de Estambul es uno de los mercados cubiertos más grandes y más antiguos del mundo, abarca un total de 61 calles cubiertas y más de 3.000 tiendas. A pesar de un aumento constante de los modernos centros comerciales en Turquía, el Gran Bazar sigue siendo la atracción turística más visitada del país.


El Gran Bazar fue encargado por el sultán Mehmet II en el invierno de 1455-56, poco después de la conquista otomana de Estambul en 1453. En un principio, el Gran Bazar sólo se negociaba en textiles y fue llamado Cevahir Bedestan donde la palabra "bedesten" significaba "bazar de los vendedores de tela" en persa. El Gran Bazar era una estructura de ladrillos y madera, con grandes arcos abovedados y paredes enyesadas sobre ladrillos o piedra.
Algunos años más tarde se construyo muy cerca de ahí otro bazar llamado “Sandalia Bedesten”, después de la erección del mismo, el comercio de textiles se trasladó allí, mientras que el Cevahir Bedesten estaba reservado para el comercio de bienes de lujo.




En un principio se aislaron los dos edificios, pero pronto muchos vendedores abrieron sus tiendas entre y alrededor de ellos, por lo que nació toda una zona  dedicada exclusivamente al comercio. A principios del siglo 17 el Gran Bazar ya había alcanzado su forma final. La enorme extensión del Imperio Otomano en tres continentes, y el control total de las comunicaciones por carretera entre Asia y Europa, hacen que el Bazar en ese momento, y hasta la primera mitad del siglo 19, el mercado no tuviera rival en Europa con respecto a la abundancia, variedad y calidad de los productos a la venta.



El Gran Bazar es todavía un mercado masivo que emplea a 26.000 personas y la visita de entre 250.000 y 400.000 visitantes al día. Las calles están cubiertas por tela y se alinearon a ambos lados por pequeños puestos que venden de todo, desde ropa, joyas, muebles, alfombras, cerámica, zapatos, libros, especias y mucho más. Puestos de venta de bienes similares suelen agruparse juntos. Los precios son raramente fijos, por lo que el regateo es parte del juego de las compras en el Gran Bazar.


Al final del día, cada puesto se cierra con nada más que cortinas, aunque hay puertas y guardias que lo patrullan. A pesar de la riqueza inmensa presente en el bazar, el robo es extremadamente raro. El más importante de esos incidentes ocurrió hace en 1591, cuando 30.000 monedas de oro fueron robados en el antiguo Bedesten. El robo conmocionó a la totalidad de Estambul. El Bazar permaneció cerrado durante dos semanas y las personas fueron torturadas, hasta que el dinero fue recuperado de un joven persa, un vendedor de almizcle. El culpable fue ejecutado en la horca.




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