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sábado, 21 de noviembre de 2015

12 lugares espectaculares de Estados Unidos en 24 fotos

Maroon Bells, Colorado



Grand Prismatic Spring, Wyoming



Sequoia National Park, California



Thor’s Well, Oregon



Smoky Mountains, North Carolina/Tennessee



Devils Tower, Wyoming



Lago Mono, California



Horseshoe Bend, Arizona



Crater lake, Oregon



Hamilton Pool,Texas



Antelope Canyon, Arizona



Oneonta Gorge, Oregon



jueves, 19 de noviembre de 2015

Las pinturas de Daniel Ridgway Knight

Daniel Ridgway Knight nació el 15 marzo de 1839 en Pennsylvania. Estudió y expuso en la Academia de Pensilvania de Bellas Artes. En 1861, se trasladó a París para estudiar en L'Ecole des Beaux-Arts bajo Cabanel, y como aprendiz en el taller de Charles-Gabriel-Gleyere. Regresó a Filadelfia en 1863 para servir en el ejército de la Unión, y durante la guerra, Knight practica dibujar las expresiones faciales y la captura de la emoción humana en su obra. 
 
En 1871 se casó con Rebecca Knight Morris Webster y después de la boda comenzó a trabajar como pintor de retratos, a fin de ganar suficiente dinero para regresar a Francia. En 1872, una vez que se instaló en Francia, se hizo amigo de Renoir, Sisley, y Wordsworth, cuyas influencias se pueden ver en su obra. Las obras de Knight durante la década de 1870 y 1880 se centraron en el campesino y el trabajo en el campo o las tareas del día - la recogida de agua o lavar ropa en la orilla del río. 



A mediados de la década de 1890, Knight estableció en una casa en Rolleboise, unas cuarenta millas al oeste de París. Aquí comenzó a pintar las escenas que iban a hacer su trabajo tan buscado por los coleccionistas contemporáneos - vistas de su jardín. Su casa tenía una hermosa terraza con jardín que daba al Sena - una visión que a menudo se utiliza en sus pinturas. Los coleccionistas de todo el mundo compitieron por estas obras que contó con chicas locales posando en su jardín.










lunes, 16 de noviembre de 2015

Los hermosos colores de las colinas de Palouse

Palouse es una región del noroeste de los Estados Unidos de América, que abarca partes del sureste del estado de Washington y centro norte del estado de Idaho. Es una región agrícola con fértiles colinas y praderas, toda la zona se ha transformado en un lugar muy fotografiado por el cambio de colores de las colinas por las diferentes estaciones y cosechas. 










jueves, 12 de noviembre de 2015

Gotas de sabiduría 25


Cada diapositiva que realizo en photoshop, trae pensamientos ajenos y propios que nos invitan a reflexionar sobre la vida …quizás alguna de ellas ayude a ver las circunstancias de la vida de una forma diferente. 
Espero les guste !

lunes, 9 de noviembre de 2015

A veces... vuelo

Sucede durante pocos segundos. Es casi una sensación, una sacudida que me acaricia y me hace sentir que puedo con todo.
Me pasa cuando estoy harta y decido que ya no acumulo más rabia y vacío la mochila de horrores y chismes perversos.
Cuando estoy en el tren, mirando por la ventana, y el mar salpica las rocas y me doy cuenta de que hay mucha belleza que no abarcan mis sentidos. Y al volver la vista, mis ojos chocan con los de una niña que ríe y lleva zapatos rojos.
Vuelo cuando pido perdón por uno de mis millones de errores y al otro lado encuentro comprensión y caricias. Cuando me doy cuenta del poder que tienen las palabras y del que tenemos todos al usarlas sin saberlo.

Me pasa cuando escribo. Cuando cuento historias raras y alguien las lee y me dice que se ha emocionado o me da las gracias cuando soy yo quién debería pasar una eternidad agradecida por el gesto.
A veces vuelo cuando miro atrás y recuerdo que pude y que insistí a pesar de que hubo momentos en que tenía una necesidad inmensa de tirar la toalla. Me veo fantástica y me da esperanzas para creer que todos, cuando queremos, somos maravillosos.
A veces vuelo mientras lloro porque puedo transformar el dolor en magia.
Vuelo si amo y, como amo mucho, vuelo sin parar. Vuelo durante los abrazos de más de seis segundos y con cualquier tipo de beso deseado y buscado. A penas levanto un milímetro del suelo, tal vez ni siquiera eso, pero noto como mis pies flotan y el aire se llena de oxígeno y una euforia densa me cubre el pecho.
Vuelo y, cuando vuelo, el corazón se me acelera y el pulso escribe notas en mi cabeza para que cante sin abrir la boca y baile sin moverme apenas…
Cuando camino un rato, puedo volar. La soledad me invade y todo a mi alrededor se vuelve lento y mientras yo doy un paso el mundo está quieto y puedo metérmelo en el bolsillo .
Vuelo si sueño despierta y el deseo de tocar ese sueño es tan intenso que las lágrimas de ilusión por imaginarlo inundan mi rostro cansado pero acelerado de tanto inventar…
Vuelo si pongo paz y si cierro heridas. Vuelo si alguien a mi lado puede volar o es capaz de creer que yo pueda.
Vuelo cuando la bestia me mira y sé que me quiere, a pesar de ser tan feroz que todo el mundo crea que va a devorarme las manos con las que la acaricio.
Vuelo si puedo imaginar que vuelo.
Vuelo si me quiero tanto que me perdono las erratas y dejo de culparme por no haber existido en una perfección imposible.
Puedo volar si puedo sentir. Si consigo mirar al abismo y pensar que voy a esquivarlo a golpe de conciencia. Si me noto tan elástica que doy la vuelta y me adapto al marco de la foto que me hago cada día.
Si me respeto a mi misma tanto que soy capaz de no reprocharme, ni medirme, ni recortarme. Si soy capaz de mirarme con ojos bondadosos.
Si me quiero y encuentro hermosa, vuelo… Si a pesar de estar muy cansada, pretendo insistir… Vuelo.
Si camino por un pasillo lleno de caras agrias y no me importa… Vuelo.
Vuelo cuando me lo juego todo, tanto si me equivoco como si acierto, porque lo que cuenta es la intención y el gesto…
Vuelo si estás a mi lado y me abrazas.
Vuelo cuando tengo tanto miedo que levanto la cabeza y sigo adelante para no darme cuenta de que lo tengo y no quedarme paralizada. Cuando admito que tengo miedo y soy capaz de decirlo en voz alta.
Vuelo cuando no oculto de mi esencia y me atrevo a mostrarla. Cuando mi imprudencia supera mis complejos, cuando me arriesgo a perder y pierdo y me miro a la cara.
Vuelo cuando no me avergüenza admitir que vuelo y hablo cuando muchos desearían que me quedara callada.
Vuelo, pero vuelo poco y vuelo corto aún, porque a menudo me preocupa demasiado perder el control y me ocupo demasiado en demostrar al mundo que valgo la pena… Y esa lucha por defenderme de un mundo, que en el fondo no me ataca como yo creo, me quita energía y me resta magia.
Vuelo bajo porque mientras vuelo no siempre me suelto ni confío en mi misma como merezco… Porque la cabeza se me llena de pensamientos funestos y se adueñan de mi ánimo.
A veces, vuelo. Es sólo un instante, y a menos de un milímetro del suelo, pero es tan grande esa sensación que casi me noto las alas.
Merce Roura

martes, 3 de noviembre de 2015

El valle de Lauterbrunnen, Suiza


El valle de Lauterbrunnen en el cantón de Berna, es una de las zonas más pintorescas de Suiza . El nombre de este hermoso paraíso natural se traduce en "muchas fuentes" y fue nombrado así porque cuenta con un total de 72 maravillosas cascadas . Este lugar es tan hermoso que inspiró Johann Wolfgang von Goethe para escribir su famoso poema llamado "canción Espíritu sobre las aguas".











Una de los más impresionantes cascadas en Lauterbrunnen es Staubbachfall, que cae desde una altura de 300 metros.



Los Saltos del Trümmelbach constituyen la única cascada de origen glacial con acceso subterráneo. Están conectados con el exterior por medio de un ascensor, galerías, un túnel, además de senderos y plataformas. Sus saltos conducen las aguas de deshielos provenientes del glaciar del monte Jungfrau hacia el valle con un caudal que puede llegar hasta los 20 m³/s. Su corriente, aparte de agua, también arrastra anualmente más de 20.000 toneladas de piedras y guijarros, provocando así un estruendo en toda la montaña.