Uno de los lugares más inusuales aquí en la Tierra se encuentra dentro del Valle de la Muerte (Death Valley), California, EE.UU..
Allí existe un lecho de lago seco llamado Racetrack Playa que es casi perfectamente plano, con la ocasional excepción de algunas piedras de gran tamaño que cambian de lugar deslizándose.
Bautizadas como rocas viajeras o rodantes, lo curioso es que a lo largo de meses se pueden desplazar por decenas de metros dejando una larga huella o senda, senda que tampoco puede tener patrones “lógicos” (en apariencia). Lo hacen en distintas direcciones, aún luego de “viajar un tramo en paralelo”, o con distinta longitud de trayecto, aunque a veces tengan un tamaño similar
Racetrack Playa vista desde lo alto
No hay comentarios:
Publicar un comentario