El Templo Blanco Wat Rong khun es muy distinto al resto de templos budistas que existen en Tailandia. Su diseño tan único, las extrañas figuras que lo decoran y su blanco inmaculado (que representa la pureza de Buda), suelen despertar la admiración de todos quienes lo visitan. Se empezó a construir en 1997 y, como la Sagrada Familia, aún no tiene una fecha clara de finalización pero se especula que en el 2070 estará acabado.
La sala principal del templo no es muy espaciosa y para llegar a ella debe cruzarse un pequeño puente rodeado de figuras de gente sufriendo y pidiendo ayuda y limosna. Como mencionó su creador, el artista tailandés Chalermchai Kositpipat en una revista, para llegar al cielo primero hay que pasar por el sufrimiento.
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